A comienzos del siglo XIX se comenzó a expandir la práctica de apelar a métodos de las matemáticas para la cuantificación de variables de los pacientes. La tuberculosis, por ejemplo, es una enfermedad que empezó a estudiarse en profundidad a partir de datos matemáticos.
La medicina, de este modo, incorporó la bioestadística a sus estudios para obtener datos sobre infecciones, epidemias, etc. El análisis de las estadísticas registradas por médicos y enfermeros, poco a poco, se volvió muy importante para la generación de información de utilidad en tratamientos y en campañas de prevención.
No hay comentarios:
Publicar un comentario